¡Hola familia!
¿Conocéis el caramel au beurre salé? Si te gustan los caramelos Solano, los Werthers-original o cualquier tipo de toffee, bienvenido a tu nueva perdición.
Es una especialidad de Bretaña, se prepara mezclando caramelo, nata líquida y mantequilla salada, dando lugar a una crema que se suele utilizar para untar o rellenar dulces.
Es muy fácil de preparar, a condición de que no se te queme el caramelo. Si tienes dudas sobre el punto del caramelo siempre es mejor empezar de nuevo a que te salga amargo.
Se conserva sin problemas varias semanas. En invierno lo puedes dejar dentro de un armario de tu despensa. Pero en verano te recomiendo que lo guardes en la nevera, el calor no le sienta nada bien.
Suelo tener siempre un par de botes preparados en casa. Así cuando tengo desayuno en el hospital o vamos a cenar a casa de alguien no tengo nada más que coger uno. Además se tarda lo mismo en preparar mucha o poca cantidad.
¿Te animas a prepararlo? Toma nota de los ingredientes:
100 gramos de azúcar blanco
100 gramos de nata líquida para cocinar
20 gramos de mantequilla
Una pizca de sal, si no utilizas mantequilla salada

Elaboración:
Pon el azúcar en una cazuela a fuego lento y no le pierdas ojo. Puedes hacer un caramelo seco, sin añadir agua, mucho más rápido pero hay que tener mucho cuidado de que no se queme. O puedes añadirle una cucharada de agua, tardará más pero reduces el riesgo que se te queme por poner el fuego demasiado fuerte. Importante: no uses ningún utensilio de cocina para remover el caramelo, inclina el cazo de un lado para otro.
Mientras preparas el caramelo calienta la nata. Yo le doy tres golpes de treinta segundos en el microondas, con unos segundo de reposo entre cada golpe.
Una vez el caramelo preparado, aparta la cazuela del fuego y añade la nata. Ojo, va a hervir y mucho, cuidado con los salpicones. Remueve enérgicamente con unas varillas en un primer momento y una vez que el hervor sea más suave vuelve a ponerlo al fuego.
Añade la mantequilla y sigue removiendo la mezcla a fuego lento. Si no utilizaste mantequilla salada es el momento de integrar la pizca de sal. Mezcla todo bien y… ¡Listo!
Consejos, trucos…
Como guía para esta receta utiliza la misma cantidad de azúcar y nata, y un 20% de mantequilla.
Para comprobar la textura, moja una cuchara y deja enfriar un minuto. La textura final será ligeramente más solida que la de la cuchara.
¿Demasiado líquida? déjala al fuego unos minutos más, que se reduzca.
¿Muy dura? un poco de nata.
Yo utilizo los botes de cristal que tengo por casa. Les quito las etiquetas, los limpio bien y les doy una nueva vida.
La cantidad preparada es más o menos para un tarro de unos 200 ml.
Puedes no ponerle sal o añadirle un poco más si buscas un sabor más marcado.
Si no calentaste bien la nata quizás el caramelo se haga una bola. Si es el caso remueve a fuego lento hasta que se deshaga.
¿Te gusta la vainilla? añade unas gotas de esencia al final de la cocción.
Ahora ya no tienes excusas, pero no debes olvidar: un gran poder acarrea una gran responsabilidad. ¡No te vuelvas loco untando!
Luis.